Crónica de Vicino: La Educación está Prohibida.

Qué maravilla tener un blog. Ese mágico espacio donde puedo ventilar cualquier tema de mi vida y exponerlo a quien tenga el interés de saberlo o simplemente sacarlo de mi sistema y poder seguir con mi vida. Y aunque en mi caso particular esto tiene ya unos meses (y chance años) sucediendo, es hasta hoy que tengo todo lo necesario para escribir esta crónica con suficientes elementos para ir más allá de una queja personal y moverlo a algo que nos concierne a todos. Si esta crónica mueve algo en ti y te hace sentir o pensar algo, entonces habré conseguido mi objetivo. Hoy solo quiero decir que hasta este punto tengo algo muy claro. La educación está prohibida. Y esta crónica, habla de mi experiencia con ello.

Educar está prohibido. Por "nuestro bien".

Educar está prohibido. Por «nuestro bien».

Antes de empezar tengo que hacer una aclaración: muchos de los datos aquí expuestos los extraigo del (increíble) documental “LA EDUCACIÓN PROHIBIDA” y de pláticas del (increíble) Sir Ken Robinson… todo esto, es un campechano de mi experiencia y esas fuentes, que de varias maneras me inspiraron a darle forma a mi sentir y que al final del día es mi forma de ver y vivir el mundo en este punto exacto de mi vida, con respecto a un tema: La “Educación” y mi rol con y en ella.

El individuo promedio de la sociedad actual pasa un total aproximado de 21600 horas en la escuela a lo largo de su vida. Lo más probable, es que si estás leyendo esto, tienes de 2 sopas: 1) estás en el proceso de “llenar” esas horas, o 2) ya lo hiciste y te preguntas si realmente valió la pena poner todo ese tiempo en algo que hoy (seamos realistas) tiene una influencia mínima en lo que haces.

La forma de pasar más rápido por esas 21600 horas.

La forma de pasar más rápido por esas 21600 horas.

Yo no sé ustedes, pero una y otra vez durante mis “estudios formales” me pregunté para qué diablos veía “ecuaciones diferenciales”, porque alguien insistía en que memorizara quien conformaba el Senado de la República y para que mierdas me iba a servir saberme la tabla periódica de los elementos (hoy solo ubico Br y Ba… y no es precisamente por su importancia académica o científica).

El mejor uso que ha tenido la química en mi vida.

El mejor uso que ha tenido la química en mi vida.

La única constante fue que durante las clases, siempre encontraba la manera de escabullir, cual preso negociando cigarros, alguna hoja y lápiz y podía encontrar un ángulo para no ser “cachado” mientras dibujaba libremente durante los largos y monótonos decálogos de diversos maestros y “misses” (nunca entendí por qué les llamaban “señoritas” en inglés). Como el buen Dr Ian Malcolm de Jurassic Park siempre lo dijo “La vida encontró un camino” y ni el sistema educativo podría convencerme de no hacer lo que yo quería. Casi.

Y si, la vida encontró un camino y yo nunca paré de hacer lo mio...

Y si, la vida encontró un camino y yo nunca paré de hacer lo mio…

Hace unos días platicando con una amiga coach, me preguntaba cómo era que hoy, después de sobrevivir todos esos años a esas escuelas y sistemas educativos, me puedo dedicar libremente a lo que amo y me apasiona si durante todo ese tiempo, se me trató de convencer de lo contrario. Ella dijo algo que probablemente nunca olvide: “Esto es porque tú, te convertiste en un sobreviviente de tu sistema”… y aunque suene un tanto exagerado y hasta cierto punto apocalíptico, para mi tuvo todo el sentido del mundo cuando voltee a mi alrededor y me di cuenta de cuantos conocidos habían “muerto” o “perdido” su pasión en el camino mientras ese sistema les amputaba lenta y quirúrgicamente desde lo más profundo de sus seres todas sus ambiciones, sueños y pasiones, para volverse “uno más” del sistema. Una y otra vez me he visto en la necesidad de “sobrevivir” a este sistema antes de “entregar” mis sueños.

Crestomatía de mi camino por la educación tradicional

Crestomatía de mi camino por la educación tradicional

¿A donde voy con este casi-biográfico choro? Simple. Hace 6 años y medio, casi por azares del destino y de manera imprevista, comencé a dar clases en la Universidad Anáhuac. Misma escuela donde había estudiado años antes la carrera de comunicación y misma carrera donde acabaría dando clases. Ya sé, el destino tiene una rara manera de reírse en tu cara a veces cuando “juras no volver a pisar” algún lugar o “juras que nunca harás algo”. Yo juré nunca regresar a esa universidad y ni por error tenía contemplado dar clases. Menos ahí. Acabé haciendo las dos cosas.

Y no voy a decir que empecé siendo bueno. Ni si quiera creo que mi actuación como docente en los primeros semestres haya sido memorable. Mis únicos ejemplos de lo que era un verdadero Maestro oscilaban entre el Dr. Jones y el Profesor X. Estándares un tanto altos a seguir y solo recuerdo que cada clase que daba, era una pequeña muerte en cámara lenta donde solo me preguntaba cómo diablos había llegado ahí y porqué lo estaba haciendo, no era ni paleontólogo aventurero, ni la cabeza de un equipo de súper héroes mutantes. Aun así, algo me decía que siguiera. Y así fue. Poco a poco fui agarrando gusto al extraño truco de hacer parecer que sabes algo que otros pueden necesitar saber también.

El responsable de haber tomado en serio mi camino por la docencia...

El responsable de haber tomado en serio mi camino por la docencia…

Mis clases fueron cambiando, fui “creciendo” y de pronto, 2 años y medio después de haber iniciado mi trayecto en el mundo docente, me informaban que me había hecho acreedor a una “Excelencia Académica” – cosa que ni sabía que existía y que después entendí era lo que te “ganabas” cuando eras muy bueno dando clase y tus alumnos, estando de acuerdo con eso, te evaluaban como un profesor que había dejado algo en sus vidas. Fue una grata e inesperada sorpresa. Resultó que contra toda expectativa mía, era bueno haciendo esta cosa rara de dar clases. Hoy, después de 11 reconocimientos consecutivos desde esa ocasión (y aclarando que 2 de esos vienen directo de Vicerrectoría… o sea, más alto aún en la cadena) y tras tan solo este semestre haber recibido el último de la mano del rector de la universidad, se me dijo de la manera más institucional posible: “gracias por participar”.

11 y contando... si tan solo fueran más que material de "egoteca".

11 y contando… si tan solo fueran más que material de «egoteca».

Como bien dicen por ahí, “Bajo aviso no hay engaño”. Y no, no me la “aplicaron” o fui “víctima de las circunstancias”. Hace más de 2 años mi coordinador de ese momento me advirtió que en un futuro no tan lejano, sería necesario que tuviera una “Maestría” entre los artículos místicos de mi egoteca, lo cual en ese momento sonó lejano y de mi nulo interés. Nunca he sido una persona que encuentre ni remotamente interesante “estudiar por estudiar”. Los semestres pasaron, y se mencionó esporádicamente y casi entre pasillos que “Sin Maestría, no se iba a poder dar clases pronto”. Y como yo, docenas de docentes de la universidad estábamos ahí por otros méritos que el hecho de tener el aclamado y cuasi-mítico grado académico de “Maestro”. Éramos como “Licenciados” con “permiso para enseñar”, algo así como tener la experiencia y los hechos necesarios para comprobar que podíamos dar clases y sabíamos de qué hablábamos sin tener un papel que lo avalara. Experiencia y resultados, antes de papeles que no prueban nada. Confíe en esto.

Con licencia para enseñar

Con licencia para enseñar

Pero tarde o temprano, como todo sistema auto-regulante, fui detectado como “anomalía” y puesto a un lado. ¿Cómo sucedió esto? Simple; en un constante intento de evolucionar, la universidad comenzó un proceso de certificación con un cuerpo evaluador norteamericano. ¿Qué gana exactamente la universidad con esto? Nadie sabe a ciencia cierta. ¿Qué ganan los alumnos de la institución con esta nueva certificación? Nadie sabe a ciencia cierta. Es más, podría apostar algunas de esas excelencias académicas a que la mayoría de los más de 10,000 alumnos de la Universidad, ni siquiera saben que está sucediendo esta certificación. Lo que es un hecho, es que todo docente sin “Maestría” estorbaba en algún formulario administrativo, en alguna casilla que tenía que tener una palomita, aunado al hecho de que seguramente se invirtió una cantidad “importante” de dinero (de colegiaturas) para lograr esto y no era opcional no tener ciertas casillas “palomeadas”. Y en este punto probablemente se preguntaran “¿Pero que hay de las excelencias académicas y el rector felicitándote?”… yo me pregunto lo mismo. Y al parecer la respuesta no es tan agradable:

Puro show. Puras apariencias. Bluff al final del día.

El valor de ser "reconocido"

El valor de ser «reconocido»

Y aquí podrán decir: “Oye, pero un momento Erik, ¿que no los alumnos (quienes pagan) decidimos este premio?” Si. ¿Uno creería que el cliente tiene la razón no? – Pues no. No en un sistema autoritario y caduco como este. “Oye, espera, ¿quieres decir que la universidad hace lo que quiere sin importarle la opinión de sus alumnos? Como te atreves a llamarla caduca… para eso se certifica no?” Si y no. En teoría se “certifica” para brindar un mejor servicio y estar al tanto de las corrientes mundiales y… a nadie le importa, porque lo irónico de todo esto, es que los verdaderos problemas siguen ahí y solo se hacen peores una vez que esto sucedió. Y para muestra, un botón. Hoy estoy fuera de ese  sistema y aún después de ganarme a cientos de alumnos dando el 100% de mi energía en el aula, recibir reconocimientos “placebo” y mejorarme para poder mejorar mi nivel semestre con semestre, estoy fuera y he sido reemplazado por algún individuo que tenía un papel más que yo. Así de fácil. Este sistema “Mejorado” y del modelo de “Comida Rápida” favorece un papel antes que años de experiencia y la preferencia del “cliente”.

¿Sabe qúe? Deme el estudio jumbo por 4 pesitos más!

¿Sabe qúe? Deme el estudio jumbo por 4 pesitos más!

¿Modelo de comida Rápida?

Jamie Oliver (Un Chef y activista) habla de cómo la comida rápida está matando al mayor número de personas en la historia de la humanidad por todo tipo de enfermedades causadas y relacionadas con fallas a nivel físico (contrario a la creencia popular de que la falta de alimentación mata a más personas). México sabe de esto perfecto estando en el top mundial de obesidad (que irónicamente, mata a muchas más personas que la supuesta “violencia e inseguridad” que muchos creen que vivimos). ¿Qué tiene que ver esto con todo lo anterior? Sir Ken Robinson (educador, escritor y conferencista Británico) dice que la educación a nivel mundial, está haciendo lo mismo. Pero en lugar de matar cuerpos. Está matando mentes y sueños.

¿Cómo funciona esto? En realidad es muy simple. La industria de la comida se divide en 2 tipos:

1) Comida Rápida (estandarizada con productos de baja calidad)

2) Comida Gourmet (se adapta a un estilo o aun mercado específico y generalmente usa productos más frescos)

La educación está haciendo exactamente lo mismo y hoy prevalece el modelo de “Educación Estandarizada” con productos, seamos realistas, de baja calidad (En la actualidad, solo 1 de cada 3 egresados, ejerce su carrera en México). La gran minoría de los sistemas educativos a nivel mundial, eligen ser “Gourmet”, estos serían los Montessori, Waldorf, etc… y seamos realistas, la mayoría tiene (el muy equivocado) concepto de que en esas escuelas, “los niños raros que van a esas escuelas, hacen lo que quieren y no aprenden nada del mundo real”. ¡Adivinen quienes dicen eso!

La percepción promedio de quien va a "escuelas diferentes"

La percepción promedio de quien va a «escuelas diferentes»

Y aunque no soy un fan de la historia, creo que para poder entender este esquema en su totalidad tenemos que revisar donde empezó todo este “desorden educativo”.

A mí se me hace súper interesante que dentro de los cientos de horas de “historia mundial” que llevamos en tantos años escolares, nunca se nos platicó lo que yo llamaría el “curioso e irónico origen de la educación actual”. Por si no lo sabías (yo tampoco lo sabía) en algún punto de la historia, la “educación formal” era reservada para militares y esclavos. Hasta que en el siglo XIX surgió una curiosa corriente conocida como “Despotismo Ilustrado”. Y si piensan igual que yo, suena a todo, menos a una corriente de la cual quisiera ser parte. Bueno, es justo ahí donde nace el modelo educativo actual. Si quieren hacer un experimento, googleen “Déspota” y vean la primera imagen que sale.

Directo del diccionario

Directo del diccionario

Para no hacer demasiado (más) larga la historia esto surge como respuesta a la cruda Revolución Francesa y tiene como objetivo crear un sistema (obviamente) déspota, que a su vez, crea SÚBDITOS en Prusia. Para que se den una idea, Napoleón tenía pensado usar este sistema para “controlar” al pueblo, una vez que lograra lo que sea que quería lograr conquistando el mundo o algo así.

Don Napoleón estaría muy feliz con la educación actual...

Don Napoleón estaría muy feliz con la educación actual…

Llega la revolución industrial en el siglo XIX y los industrialistas de la época financian las primeras “escuelas públicas” para formar “trabajadores útiles” para el sistema de manufactura (y como la forma perfecta de “deshacerse” de sus hijos mientras padre y madre se veían forzados a trabajar). Básicamente un niño se educaba de la misma manera sistematizada que un producto era creado en una fábrica (hasta con timbres y campanas que marcaban el final de un horario y el inicio de otro). ¿Quiénes crean las guías y lineamientos de cómo debe ser la educación? – Un montón de administrativos que generan una estructura vertical, lineal, medible y completamente deshumanizada y desindividualizada con el objetivo de “educar en masa”, “en grupo”, “en bloque” y de manera completamente estandarizada y medible, llevada a cabo con un simple y triste sistema conductista de premio/castigo conocido como “calificaciones”. Todo con el objetivo final de “llegar al siguiente nivel de educación” y eventualmente “la universidad” bajo la (también manufacturada) amenaza de no ser “suficientes” para ser alguien o lograr algo en la vida. Ah y casi se me olvida… “matando” a miles de genios creativos en el proceso de hacerlos robots repetidores de respuestas lineales.

Para que clonar, ¡si ya se hace en las escuelas!

Para que clonar, ¡si ya se hace en las escuelas!

Desgraciadamente ninguna persona funciona así.

Y aquí se genera uno de los primeros grandes problemas que permanecen intactos hasta la fecha. Enseñar no es lo mismo que Educar. Y por ende, ir a la escuela, nunca ha sido sinónimo de obtener educación. Especialmente cuando esta “enseñanza” tiene su base en el miedo y la amenaza de “no ser nadie” si no se obtienen ciertos grados, méritos y calificaciones. Hasta donde yo chequé la última vez, todos somos alguien antes de entrar a cualquier escuela. Si no pregunten a un niño y maravíllense con la respuesta. Y después pregunten a un adolescente y… bueno, el daño ya estará hecho en la mayoría de los casos. Y no se podría esperar menos, de un sistema que en lugar de educar a hacer preguntas y fomentar la curiosidad y creatividad innata humana, se limita a enseñar a contestar preguntas preformuladas de un esquema prediseñado con un estilo completamente lineal casi idéntico a la formulación de comida rápida en base a un manual.

Tener buena letra, ayuda muchísimo.

Tener buena letra, ayuda muchísimo.

Más/menos algunos cambios estéticos, hasta la fecha, este es el esquema de educación que predomina a nivel mundial. Desde escuelas públicas hasta privadas y universidades libres, de paga y supuestamente prestigiosas. Siendo completamente sinceros, quienes lean esto y hayan cursado una carrera, pueden hacer un simple ejercicio: ¿Cuántas materias de la carrera, han sido puestas en práctica y por ende se pueden considerar relevantes con lo que ejercen hoy en día? – Yo les voy a contestar con mi experiencia personal. Recuerdo aproximadamente 7-8 materias de toda la carrera, es decir, el equivalente a 1 semestre. El resto, simplemente sumo a mis 21600 horas de “paja estudiantil impuesta sin opción”. 4 años de “paja universitaria” para ser exactos (esto sin contar los 12-15 años anteriores de “educación básica/media/avanzada”)… y ni hablar del dinero que esto implicó.

Fotografía del nuevo plan super-mejorado-ultra-actual de estudios.

Fotografía del nuevo plan super-mejorado-ultra-actual de estudios.

En mi caso particular, lo que hago hoy en día (ser fotógrafo y profesor) no tiene NADA que ver con nada de lo que estudie durante la carrera. Tal vez lo único “rescatable” de este proceso, fue que aprendí a usar Photoshop. Y aun eso, ha evolucionado y cambiado tanto en los últimos 10 años, que prácticamente he tenido que reaprenderlo todo por mi cuenta y en cursos posteriores (elegidos por mi necesidad, no porque “tenía” que hacerlo). Incluso la (única) materia de fotografía que lleve en toda la carrera, aportó CERO a lo que hago hoy en día. Y no es nada nuevo saber que lo que hoy se enseña en una carrera, estará obsoleto en aproximadamente 4-5 años. Es decir, lo que hoy estudias en primer semestre de tu carrera, será obsoleto cuando salgas “al mundo real”. Aunado al hecho de que en mi caso particular, la carrera de Comunicación, es una de las 5 peor pagadas en México. Curiosamente cada vez más personas “entran” a esta carrera semestre con semestre. Esperanzador ¿no?

Representación gráfica del panorama actual universitario.

Representación gráfica del panorama actual universitario.

En la actualidad, se han instituido “nuevos planes” de estudios de “competencias” que dicen fomentar la creatividad, pero en el momento de proponer o ir más allá, siempre nos topamos con monotonía y muy poca flexibilidad. Y aunque las “competencias” intentan hacer referencia al hecho de ser “competentes” y no de “competir” entre sí. Al final del día, “gana” quien saca mejor calificación. No quien sabe más o es más hábil o “competente”. En lo personal, me parece muy incongruente promover que alguien sea competente, diciéndole que hacer en cada paso del camino y peor aún, haciendo  énfasis en que NO hacer, cuando irónicamente, el error (equivocarse), es probablemente la forma más importante de aprendizaje que existe. La educación actual, enseña para evitar el error. O acaso me pueden decir que un “tache” en el examen les enseño algo… ¿o solo les dijo que estaban mal? ¿Alguien que lea esto, puede decir que cuando enseñaba un “5” en la boleta, sus papás lo motivaban y cuestionaban para ver cómo podría mejorar esa nota en lugar de regañar y segmentar en el caso de la escuela?

¡Nada como un poco de motivación "a la antigüita"!

¡Nada como un poco de motivación «a la antigüita»!

Como lo dice Sir Ken Robinson: “Entre el año 2006 y 2036 se habrán generado más “graduados universitarios con título” que los creados en el total de la historia de la humanidad.” – Suena súper ¿no? ¡La educación estará en un nivel sin paralelo!

Desgraciadamente esto no podría ser más lejano de la realidad. Lo más probable, es que el “título” que obtengas en ese margen de tiempo, tendrá tanto valor como dinero del monopoly. ¿Suena exagerado? Según INEGI cada vez hay más personas trabajando por su cuenta (y no necesariamente en términos legales «correctos»). Dígase, sin necesidad de ningún título. Ni estudio. Vivimos una auténtica “inflación académica”, por ende, ahora la moda, es tener una “Maestría” para “ser alguien más/mejor”. Pero todos sabemos dónde acaba ese mismo cuento.

¡La nueva  y accesible forma de titulación!

¡La nueva y accesible forma de titulación!

Bien lo dijo Aristóteles: “Lo que tenemos que aprender, lo aprendemos haciendo”. Y pareciera que la educación en la actualidad estuviera solo enfocada en aprender y memorizar. Sacar buena calificación. Repetir. Y nunca cuestionar el proceso y menos aún darle más valor al camino, que al resultado. Volviéndonos unos genios mentales y dejando casi por completo a un lado toda posibilidad artística o creativa. Estoy seguro conoces a más de un “genio que sacaba pura excelencia y 10” que hoy, bueno, no tiene una vida muy emocionante como resultado de “todo ese estudio” o simplemente trabaja como esclavo y “gana bien” pero dejo de tener una vida hace mucho tiempo. Si regresamos al tema de las horas, una carrera completa, toma alrededor de unas 4,000 horas de «clases». Según varios estudios, volverse un verdadero experto en algo toma alrededor de 10,000 horas de práctica. Algo así como 20 horas semanales por 10 años (la semana tiene 168 horas, échenle el cálculo). ¿Se imaginan si de las 21600 horas de paja/clases, 10,000 estuvieran enfocadas REALMENTE en practicar lo que nos apasiona? Tristemente, aun si enfocáramos el 100% de nuestras «carreras» a practicar, nos faltaría una carrera Y MEDIA para lograr esto.

Michael Jordan estudió Geografía Cultural. Sin eso, no sería nadie. ¿Adivinen cuantas horas practicó su hobby?

Y aquí es donde entra la parte que realmente me molesta. El rol del arte y todas sus expresiones dentro de este sistema. Solo falta leer la siguiente tabla del IMCO (Instituto Mexicano para la Competitividad) para darse cuenta que la PROFESIÓN (sí, el arte, también es una profesión) con el peor salario de toda la tabla, son “Las Bellas Artes”. Y como no va a ser así, si desde chicos nos programan con el ya-temido “Para que estudias eso, si te vas a morir de hambre”. ¿Adivinen qué? Lo hemos reforzado tanto, que se ha ido haciendo realidad. Lo más triste, es que nadie, podría sobrevivir sin arte. Y todos, en una forma u otra, consumimos arte casi de manera diaria. Ya sea con música, una buena película (o mala también), TV, leyendo un buen libro, yendo al teatro o hasta una foto inspiradora… en fin, cualquier expresión artística. Pero alguien en el camino decidió que eso “no contaba” porque poniéndolo fácil, no era “cuantificable”.

Panorama muy esperanzador para el Arte en México.

Panorama muy esperanzador para las Artes en México.

Según yo, esto es lo menos que se podría esperar de un sistema que mata el espíritu humano de manera mecanizada, fomentando las matemáticas antes que las humanidades antes que el arte y diciéndole que “sacando puro 10 y después trabajando 40+ horas semanales podrá ser alguien en la vida”, pero que al mismo tiempo se disfraza como “humano” y dice que “fomenta competencias” y ah, eso sí, nos da una educación bien laica.

Educar la Mente sin Educar el Corazón, no es educar en lo absoluto - Aristóteles

Educar la Mente sin Educar el Corazón, no es educar en lo absoluto – Aristóteles

Todo esto, para llegar a un punto. Yo soy Artista. Mexicano. Mi vida, gira en torno a crear, a generar y a inspirar a otros por medio de mi forma de ver y transmitir el mundo que me rodea con la fotografía y otras expresiones visuales que creo, genero y vivo en cada momento que puedo, sin una estructura, sin alguien que me diga cómo o que hacer. El arte simplemente es, o no es. Sucede. Es emoción. Es instinto. Una escuela, jamás enseñaría algo así (al menos no una actual, tradicional). No es algo que se enseña, es algo que se aprende haciendo. Es algo que se vive y es algo que resulta de practicar una y otra vez, no de estudiar. ¡Suerte encontrando una “Maestría” que me “enseñe” esto!

Fotografía de un Artista con Maestría.

Fotografía de un Artista con Maestría.

Según Forbes, debería de correr por mi vida. Según yo, no podría ser más feliz ya que hoy, después de sobrevivir a todos esos años de autoritarismos, imposiciones, sistemas lineales e intentos de convertirme en parte de una “producción en masa”, sigo manteniendo mi esencia y hago lo que amo. Y el mejor regalo que me dio la vida, fue la posibilidad de compartir esto con otros. Ser un profesor o guía, dedicarme a la docencia y cambiar cientos de vidas de paso. No pienso dejar de hacerlo. Es algo de lo que estoy seguro es parte de mi misión de vida y que con o sin papeles, es una responsabilidad con las nuevas generaciones que buscan crear cosas nuevas e inspirar a otros. Es algo que ningún papel puede dictaminar, cambiar o prohibir en mi camino. Y sé que quienes han sido parte de mi proceso, saben perfecto de que hablo. Educar, es muy diferente a enseñar. Y yo educo desde el corazón. Ese extraño lugar donde rara vez se coloca algún “profesor” o peor aún un “maestro”.

Cualquier parecido con algún salón de su infancia es mera coincidencia...

Cualquier parecido con algún salón de su infancia es mera coincidencia…

Soy un bicho raro, siempre lo he sido y me encanta serlo. Hoy vivo una extraña situación donde para “ganarme” lo que ya me había ganado con resultados, actitud, años de trabajo y un corazón abierto y siempre dispuesto, ahora tengo que demostrar que se “más” de lo que “sé” volviendo a entrar a la fábrica manufacturadora para recalcar por medio de un papel y no por medio de cientos de agradecimientos sinceros y personas apasionadas allá afuera que han encontrado su verdadera vocación después de unas cuantas pláticas, y ni hablar de lograr que los alumnos dieran su 100% en un viernes a las 7 de la mañana, que si soy alguien que puede aportar algo a su “sistema educativo”.

Desgraciadamente haber logrado todo eso es indiferente para un sistema que no confía en su propia capacidad de lograr las cosas y que requiere de aprobación externa para “ser alguien” (o certificarse en este caso). Convirtiéndome a mí en simples números que no cuadran. Casi como un virus que no “corresponde” con la lista que tienen que “palomear”.  Por suerte, yo no necesito de alguien que me diga si soy o no bueno haciendo algo. Eso lo aprendí hace años y hoy agradezco a este sistema que se tropieza con su propio pie al haberme recordado que he “sobrevivido” todos estos años siendo quien soy. No teniendo un papel. Varias veces se me recomendó “Estudiar lo que fuera con tal de tener el papel” y hoy sé que de haber hecho eso, habría sido actuando por miedo a “no pertenecer” o simplemente a que “me corrieran”. En ese caso, sería tanto más fácil ir a Santo Domingo y por solo $6,000 pesitos “tener el papel”.  Y desgraciadamente, yo actúo por motivación, por ganas de ir más allá y de crear. No por “encajar” y menos aún por “miedo”.

El que entendió entendió

El que entendió entendió

¿A qué conclusión puedo llegar de todo esto? – La educación está en un lugar horrible, arcaico y caduco. Solo disfrazándose de cosas más brillantes cada vez, pero siempre manteniendo esa esencia con olor a muerto y con siglos de retraso social. El arte es una de las claves más importantes para que la enseñanza, se vuelva educación de nuevo y el ser humano, sea tomado como el ser creador que es una vez más. Siempre habrá un lugar para quien sea más mental y más lógico. Siempre ha sido así. Pero mientras no se reconozca que el mismo sistema es el que está “matando” a cientos de miles de alumnos y posibles fuerzas artísticas y creativas a nivel mundial, nada cambiará. Y esto es lo mismo que la persona que dice que todos están mal, pero no reconoce que el problema, está dentro de sí mismo. Y hasta ese momento de humildad y consciencia real, poco cambiará. Mientras el mundo siga pidiendo comida rápida “para salir rápido y fácil” del apuro, la sociedad seguirá implementando franquicias de educación sin mayor valor alimenticio. Yo por mi parte, seguiré creando y compartiendo lo que se con otros. Creo que es la única forma real de crecer y avanzar. ¿Estudiar una Maestría? – No lo sé. Cuando sea el momento y realmente encuentre algo que tenga que ver con quien soy hoy de manera congruente, sabré que habrá llegado el momento de crear algo nuevo por el amor a lo que hago y no por el miedo a “no encajar”. Mientras tanto, seguiré haciendo lo que amo, un día a la vez.

6 Responses to Crónica de Vicino: La Educación está Prohibida.

  1. Sahori Pacheco. dice:

    Chale.
    Chale.
    Chale.
    Uno lee y dice «Chale» sin límite de tiempo.
    Te hierve la sangre.
    Te encabronas.
    Mientras madres.
    Inhalas/exhalas.
    Ríes.
    Asientes con la cabeza.
    Frunces el ceño, más veces de las que te gustaría admitir.
    Te palpita el corazón.
    Cierras el puño, lo levantas: ¡a güevo!
    Lloras.
    Suspiras.
    Y al final, gritas:
    ¡Qué chido!
    Chido.
    Chido.
    Chido.
    Increíble saberse alumno de semejante maestro. Alguien que no sólo entiende que hay que pensar/crear/sentir/cuestionar/transgredir, etc., sino que vive así.
    Y éso, al final del día como alumno, recarga la pila creativa y emocional.
    ¡A darle!

    • Vicino dice:

      Y solo puedo decir YEAH!!!!!!!!!! – ¡a güevo! 🙂

      Se que hay personas increíbles como tu mi querida Ari, que le guste o no al «sistema» harán los cambios necesarios con el simple hecho de pasar por ahí y de ese modo puedo decir que es y sigue siendo doblemente un gusto inspirar inspirando a quien este mundo está cambiando! 😉

  2. Alfredo dice:

    Esto es un gran ensayo, un texto que muchos chavos debían pasar como si fuera el texto prohibido en cada una de las aulas, afortunadamente creo que se despiertan más a los chavos con las recomendaciones que hay en los «nuevos» medios, esos que las mismas instituciones tachan y que por fortuna para algunos pocos están dando de comer a quienes saben aprovecharlo. Creo que ahora es nuestro papel como los ex-estudiantes de las instituciones saber que hacer con ellas, con las recomendaciones que hacemos y lo que pondremos en ellas en un futuro, y si, me refiero a nuestros hijos, sobrinos o clones porque hay que decidir, ¿queremos que esas escuelas se sigan engordando con nuestro talento, con nuestra semilla y nuestros bolsillos?
    Que buen texto, sin duda es excelente y refleja lo que yo también pienso, muy posiblemente por la cercanía, por la carrera y por el gusto que tengo a hacer de mi vida algo artístico.

    • Vicino dice:

      Mi estimado, que te puedo decir, es curioso como una y otra vez nos metemos hasta que «tenemos la caca hasta el cuello» y luego decimos «un momento, algo huele mal» hahaha… tienes mucha razón diciendo que la decisión está en lo que hagamos con los que sigan de nosotros y es ahí donde realmente estará el cambio. Donde digamos la verdad de nuestras experiencias y lo que representan para nosotros hoy. Sin embargo, nosotros seguimos aqui y dejarle todo a los que siguen no tiene chiste, si no pa que tanto desmadre no? haha… Hay que seguir moviéndonos y creando, hasta ahora, esa es la única forma que he encontrado de realmente crear y vivir una «misión» de vida que siempre me lleve al siguiente nivel y que me permita ser yo. A seguir creando y confiando en que eso, es más que suficiente para vivir felices! 🙂 (es bueno saber que somos bastantes en esto!)

  3. Solo puedo decir «APLAUSOS, STANDING OVATION» que bárbaro Vicino, totalmente cierto y 100% de acuerdo contigo en todo lo que comentas. Es una gran incongruencia lo que hace el sistema educativo. Poner a alguien a dar «enseñar» cuando no tiene nada de experiencia pero si un papelito, en lugar de alguien que si la tiene y te puede aportar mucho. Pero bueh! que se le puede hacer.

    Lo que comentas, tratar de transmitir ese amor y pasión por lo que hacemos a los demás y tratar de que poco a poco se vayan contagiando todos de lo que gente como tú o como yo hacemos. Dejar todo en la cancha por lo que nos gusta y apasiona. Sufrir y luchar; pero quién dijo que iba a ser fácil. Recuerda lo que realmente vale la pena cuesta uno y la mitad del otro.

    Te mando un fuerte abrazo Master y sabes que cuentas conmigo para lo que sea.

    • Vicino dice:

      Que te digo mi buen Paco, le hemos guerrereado a esto harto y tupido y es curioso como siempre «topamos» el sistema no? Y llegamos a ese punto donde ya no saben que hacer con nosotros hahaha… pero al diablo, justo como lo dices, a darle y dejar todo en la cancha, los resultados se dan solos en el camino mientras sigamos creando!!! ABRAZOTE Y GRACIAS!! 🙂

Deja un comentario